Carla Andrea Julieta son los nombres que aparecen en su carnet, pero todos la conocen como Kay. Aunque efectivamente puede ser esas tres mujeres a la vez. Es versátil e histriónica como toda actriz. Tiene una personalidad fuerte que esconde detrás de una mirada inocente. Es un huracán en su interior, pero estar con a su lado es como sentir el viento cálido del verano.Su familia le ha dado todas las comodidades. Se vino a estudiar teatro a Santiago desde La Serena, y vive sola con su hermano menor en un departamento para una familia de seis personas, en pleno corazón de Las Condes. Pero nació con un don. Con eso que el dinero no compra y que sólo el sudor y la adrenalina saben pagar. Su alegría es desbordante, y creo que nunca la he visto llorar desde que nos conocimos en 1992. Puede ser el fin del mundo, pero ella siempre va a estar ahí para sacarte una sonrisa y luego llevarte hasta una gran carcajada. Este sábado cumplió 22 años, y al irme no supe si mi regalo fue suficiente, porque el dolor que sentía en mi cara a causa de la risa, es el mejor regalo que se puede recibir. Siempre estaré en deuda.
